El Yoga, como técnica de rehabilitación y de recuperación efectiva, ayuda a romper el círculo vicioso dolor – tensión – miedo – dolor asociado con las enfermedades crónicas.
“La finalidad del YOGATERAPIA es mejorar la alineación del cuerpo. En esta práctica, se presionan órganos internos, lo que genera que se estimulen y ayuden al buen funcionamiento. El yoga terapéutico es el tipo de yoga que enfocan a grupos de gente que se ha lastimado, operado o tienen algún tipo de lesión, pero cualquier tipo de yoga siempre será benéfica para el cuerpo”.
Esta dirigido a personas que tienen algún tipo de limitación de movimiento o lesiones, a personas en procesos difíciles de enfermedad y a adultos mayores.
El yoga terapéutico está enfocado al proceso de auto-sanación, de conexion cuerpo–mente y de relajación.
Algunos de los Beneficios del Yogaterapeutico son:
1. Alivia tensiones y disminuye la ansiedad2. Alivia el dolor físico y emocional
3. Aumenta el nivel de energía
4. La relajación y la concentración calman la mente5. Ayuda en el manejo del estrés y de la angustia
6. Disminuye los efectos de tratamientos médicos agresivos
7. Favorece al desarrollo de la memoria y la atención
8. Ayuda a recuperar la movilidad en caso de cirugías.
9. Mejora la resistencia (rehabilitación)
10. Mejora la postura y la flexibilidad corporal
11. Alivia los estados depresivos
12. Aumenta la resistencia a las enfermedades
13. Mejora la comunicación con los demás
14. Favorece la autoestima
15. Impulsa a la buena respiración nasal
16. Rejuvenecimiento de los órganos
La práctica sistemática del yoga además fortalece los diferentes sistemas del cuerpo: cardiovascular, nervioso, muscular, respiratorio, digestivo.
Se trabaja bajo los mismos principios del yoga tradicional pero con secuencias de posturas no vigorosas.
Los beneficios psicofísicos y energéticos de las técnicas del Yoga son confirmados no sólo por la experiencia individual sino por estudios científicos que destacan sus propiedades preventivas y curativas en pacientes con anemia, ansiedad, estrés, fibromialgia, artrosis, asma, catarros crónicos, cefaleas, diabetes, pancreatitis crónica, gastritis, úlcera, estreñimiento, colesterol, cáncer de mama, hipertensión, lumbago, varices, depresión, accidentes cerebrovasculares, migrañas, diabetes...